jueves, 17 de octubre de 2013

La insignificancia

La insignificancia. 

Es una tontería, pero ayer, un bicho pequeñajo se me posó en la mano y pensé "Pobre ingenuo, podrían ser tus últimos segundos de vida por hacer esto".

Pero por un momento pensé lo ajeno que él debía estar a esa situación, revoloteando como si no hubiera ningún peligro de que pudieran hacerle daño o destruirle...

Aunque suene estúpido, pensé que yo no era quien para arrebatarle la vida a ese pobre bicho, y decidí dejarlo ir, vivo.

Esto podemos extrapolarlo a nuestra propia vida y nuestros "Bichos" humanos.

Unas veces, somos ese bicho inocente, estúpido e ingenuo que revolotea sobre alguien que puede destrozarnos o herirnos en cualquier momento con un simple gesto, unas simples palabras.
Y otras, seremos ese humano despiadado que mata un bicho solo por tenerlos cerca, molestarle o por el hecho de matarlo.

¿Bicho o humano? Yo aun no lo se... pero me voy revoloteando a otra parte...

sábado, 6 de julio de 2013

Graduado en Enfermería

Ya puedo decir, tras cuatro largos, pero a la vez breves años, que soy Enfermero. 


Asusta lo rápido que pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando estaba cual histérico recorriendo los pasadizos de la UPCT haciendo los examenes de la Selectividad, que debo reconocer que ha sido una de los peores momentos de mi vida en cuanto a nervios.

Pero no acabaron ahí, luego tuve que pasar por el horror de no entrar a la carrera que quería y estaba seguro que era la única que quería hacer.

Tuve por ello que estar un primer año en la UCAM, del cual recuerdo como un buen año, duro de estudiar, pero del que me llevo gente que de alguna u otra forma siempre estarán en mi vida. Pero consegui el paso a la Facultad de Cartagena.

Fue realmente dificil entrar nuevo, en una clase con grupos ya organizados, pero debo darle las gracias, enormemente a mis enfermeras, Judit, Rosario, Irene, Cristina, Paula y Ana, que desde un primer momento me "adoptaron" en su grupo, y han conseguido que estos tres años de carrera hayan sido geniales, inolvidables, consiguiendo una amistad y una confianza increible. 

Por otro lado, considero que he crecido mucho como persona, el hecho de plantarte realmente en un hospital y ver a la gente enferma y muriendose, te hace ver todo de otra forma, y valorar más tu propia vida.
Aparte saber que tú, con tu trabajo, estás consiguiendo que una persona se mejore o hacerle lo menos dificil posible su paso por el hospital, o su muerte, es realmente gratificante, como siempre diré...

Siempre recordaré todas y cada una de mis prácticas, con las grandes anecdotas y recuerdos positivos que me dejan...

Esa primera vía, que no quité el compresor e hice una preciosa fuente de sangre desde el paciente, hasta el suelo pasando por todas las sabanas, ganandome el titulo de Carnicero por parte de la acompañante del hombre.

Las primeras tensiones, que no escuchabas a penas los famosos ruidos de Korotkoff y te inventabas... ¿Cómo tengo la tensión? Ehhhh, muy bien, 12/7"

La primera glucemia, que al no saber coger la lanceta, me hice yo mismo el análisis sin querer...

La primera ampoya de medicación, esa que el primer día, nervioso perdido, abres mal y se te clava, haciendote sangrar durante más de media hora mientras te sientes un imbécil e inútil.

Esas señoras que se enamoran de ti, te dicen las manos de angel que tienes y te intentan casar con sus nietas, hijas o con ellas mismas.

Esas personas que te dicen "Yo tengo muy malas venas" y tienen un cañon en el brazo, pero tambien esas que te lo dicen y acabas sudando porque realmente no hay narices a sacarles sangre...

Esa primera úlcera por presión, que siempre es mucho peor de lo que podrías esperarte, ya que en los libros o fotografías no te enfrentas al olor.

Esos primeros puntos, en los que te das cuenta lo diferente que es coser una pata de cerdo a una persona.

Tu primera intervención quirúrgica, la cual disfrutas y alucinas con la anatomia en directo, y con el olor a pollo por culpa del bisturí electrico, que despierta tu hambre en pleno quirófano 

Esa primera vez que un paciente se te derrumba por su situacion y tú, aunque deseas que la tierra te trague por no saber actuar, tienes que permanecer e intentar ayudarle y servirle de apoyo.

El primer bebe prematuro que coges en brazos, con esa sensación de que en cualquier momento se rompe.

El primer contacto con un paciente psiquiatrico, en el cual no saber que decir ni como.

Tu primera urgencia, que no sabes si eres más inutil que un macetero o realmente tienes que estar ahí por si necesitan tu ayuda.

El primer paciente que consigue marcarte, con el que desarrollas una relación practicamente familiar, ya que te duele como si fuera de tu propia familia...

Tu primer exitus, un momento que, más que ninguno, jamás olvidará. El primer contacto con una muerte, presenciar ese momento de dolor de una familia, y tener que hacer los cuidados pertinentes postmortem mientras intentas por todos los medios que las lágrimas no se te caigan de los ojos.




Y así podría seguir eternamente, ya que cada una de las intervenciones que he realizado, tienen una primera vez de la cual siempre me acordaré...

Ayer todo ello terminó.

Ahora, las cosas cambian, la proxima vez que entre a un hospital ya no será en calidad de Alumno de prácticas, sino como Enfermero Graduado.

No se que vendrá en el futuro, pero sea lo que sea, y dónde sea, estoy seguro que me encantará, ya que lo haré como lo que realmente soy y desde pequeñito he querido ser, enfermero.

jueves, 23 de mayo de 2013

Adiós enanos

Adiós UCI Neonatal

Sergio, Maddi, Izaro, Yasin, Marwan, Ainhara, Sofía, Jose Luis, Hibba, Mohamed...
Probablemente nunca os vuelva a ver, pero de algunos de vosotros me acordaré siempre, por los sustos que me habéis dado, por las sonrisas que me habéis sacado, por los nervios que he pasado aprendiendo a cuidaros, por limpiaros las cacas, poneros las sondas, daros biberones, cambiaros las sabanas, colocaros mil veces los pulsioximetros, los electrodos, fijaros los tubos, lavaros la cara o simplemente ayudaros a dormir cuando estabais nerviosos, llorando o simplemente os sentíais solos.

Espero que crezcáis sanos, aprendáis a respirar bien (por favor, hay que respirar, que os lo tengo dicho...) que os lata bien el corazón, seáis muy listos y en unos años esto haya quedado en un simple tropiezo al comienzo de vuestras vidas, injusto pero que ha tenido que ocurrir y en el cual todo el equipo sanitario de Santa Lucia hemos hecho lo mejor para que podáis disfrutar de la vida...

Portaros muy bien con vuestros papas, nos os podréis imaginar nunca lo mal que lo han pasado estando vosotros tan malitos, yendo día a día a veros, si estabais mejor, si podían ayudaros y preguntándose a diario por qué esto les ha pasado a ellos...

Sin duda ha sido una de las prácticas que más me han hecho madurar, mejorar como enfermero y persona, y que me he auto sorprendido de manera muy positiva, llegando a tener buena mano con los bebes, y cogiéndoles un cariño que jamás pensé que podría llegarles a tener, ya que nunca me habían "gustado".

Es realmente triste, lo pasé fatal al principio, pero al final aprendes a verlo de otra manera, entendiendo que estas haciendo todo lo posible por esos niños y que gracias a ti, y a todos, tienen posibilidades. Llena muchísimo ver como niños de 600 gramos están en tus manos y salen adelante...

Un saludo, vuestro Tito Antonio.

viernes, 8 de marzo de 2013

Enfermería


Hoy, 8 de Marzo es San Juan de Dios.

Muchos no lo sabréis, pero hoy es el Patrón de Enfermería, y como proyecto casi terminado de enfermero, me tengo que detener a hacer una reflexión.

Enfermero, me llena de orgullo ser enfermero y tengo miles de formas de defender esta profesión tan sumamente importante de la cual formo parte.

Siempre lo digo, que es una profesión vocacional, muy vocacional, la cual tienes que sentir para llegar a ser un gran profesional, y no quedarte simplemente en una persona que realiza unas técnicas de la mejor manera posible (O a veces ni eso), administra una medicación o saca sangre...

Enfermería, por suerte, es mucho más... Es el trato diario con el paciente, preocuparte por sus cuidados, por su calidad de vida, asegurarte de que está bien...o lo mejor posible... detenerte a hablar con tus pacientes, ver que les preocupa, que les inquieta, sus miedos, sus problemas personales y familiares, llorar con ellos si hace falta, tranquilizarles, informarles acerca de su enfermedad, como deben cuidarse, y a veces lo más duro, afrontar la muerte, el duelo y las pérdidas de familiares queridos.

En general, Enfermería es empatía, y yo siempre digo "Trata a los demás como te gustaría que te tratasen a ti o a un familiar querido tuyo". Por eso, yo siempre intento ponerme en su lugar, ya que estamos tratando con personas que están en un momento de su vida crítico, la enfermedad, en los que las personas se sienten débiles, desprotegidos e indefensos, en un lugar desconocido para ellos, y rodeados de maquinaria, materiales, y personas que van y vienen a veces sin ni siquiera presentarse o saludar.

ADORO mi profesión y espero que así sea durante toda mi vida.
Me llena enormemente como persona ver como los pacientes te agradecen tantisimo lo que haces por ellos y cuando una persona te da las Gracias y te dice que "Siempre se acordará de ti" ...

... No tengo palabras para describir lo feliz, útil y necesario que te hace sentirte...