lunes, 19 de marzo de 2012

Tocar el piano y romper a llorar…




Cada tecla pulsada, una lagrima, y cada acorde un sentimiento.

A veces es la única forma de expresar las cosas, que ni en la cabeza tienen sentido, pero una melodía dejar fluir tus dedos haciendo que todo se ordene, por un momento no sea difícil, mientras sigas tocando esa melodía todo parecerá bonito, parecerá ideal, parecerá posible…

Pero en el fondo sabes que en algún momento tendrás que quitarte las lágrimas de la cara para poder ver y que esa melodía se romperá , y volverás a la realidad, en la cual nada es tan idílico.

Dejar volar los dedos y los sentimientos, tocar sin una partitura delante, al ritmo que tú le quieras dar, la sensibilidad de cada momento y la despreocupación deque alguna nota salga mal…
Si sale mal, es que nada puede ser perfecto, y en la imperfección, en los fallos, a veces está la belleza…

Puede quedar cómico en medio de una pieza, una nota suene mal, incluso puede “estropearla”, pero piénsalo… ¿Cuánta gente ha tocado esa misma obra bien sin defectos? En cambio, tu, al equivocarte, la has hecho especial… la has hecho única. Tuya.

Seguiré “haciendo especiales” obras, tanto en mi piano como en mi vida cotidiana…

http://www.youtube.com/watch?v=HMhcE6lBXvs

miércoles, 14 de marzo de 2012

Antonio, Enfermero y sobretodo, persona.

Sin duda, hay pacientes y familiares que no se pueden considerar una cama y un múmero, aunque ninguno debería, hay ciertas personas que marcan diferencia.

Debería alegrarme de que por fín, le den el alta y se pueda ir a su casa... pero echaré de menos hablar con ellas a diario, ver como están, preocuparme por ellas y tratarlas lo mejor posible, porque se lo merecian. Cada sonrisa, cada gesto de cariño, cada gracias que te dan, te hacen un mundo, y te hacen sentirte una buena persona, y un gran profesional.

En enfermería no es todo poner la medicación correctamente o realizar una cura sin más...

A veces nos olvidamos que tratamos con personas, que necesitan hablar, deshogarse, llorar, estar contigo y contarte sus preocupaciones, y que tu estando un rato con ellos consigues sacarles una sonrisa, que para ellos es un mundo mientras que a ti no te cuesta nada.
Eso es lo bonito de mi profesión, por eso adoro la enfermería, porque consigo valorarme como persona dando todo lo mejor de mi y consiguiendo en algunos casos, gratitud, y alegrar un poco a la gente en momentos que son malos en su vida.

Aunque en realidad las gracias las tengo que dar yo...

Así inicio mi blog, con una de las cosas más importantes de mi vida, mi profesión.
Espero que os guste y paseis por aqui amenudo.

Antonio, Enfermero, y sobretodo, persona.